Por Jorge Giorno *

Corrientes votó el 31 de agosto y mandó una señal nítida: la sociedad premió la estabilidad y castigó la improvisación. Juan Pablo Valdés, de Vamos Corrientes, se impuso con más de la mitad de los votos y el espacio libertario quedó relegado a un cuarto puesto en torno al 10%. El mensaje no es solo numérico: allí donde los oficialismos provinciales sostienen una trama de gestión y alianzas, el voto se vuelve menos volátil y más refractario al marketing de la antipolítica.

Esa combinación de continuidad y moderación, lejos de “la motosierra”, opera como un dique frente a los sobresaltos nacionales.

La próxima estación electoral es la Provincia de Buenos Aires, que desdobló sus comicios y votará el 7 de septiembre para renovar su Legislatura. La decisión de Axel Kicillo

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