En el ámbito de la salud, la experiencia del paciente está adquiriendo un protagonismo creciente como indicador de calidad. En ese marco, el índice del Net Promoter Score (NPS) se ha consolidado como una herramienta clave para evaluar la satisfacción y lealtad de los usuarios, a partir de una pregunta central: ¿Qué probabilidad hay de que recomiende la empresa a un amigo o familiar?
La utilidad del NPS radica en su capacidad para ofrecer una medición sintética, comparativa y fácilmente interpretable de la percepción que tienen los usuarios sobre la calidad de atención. La escala de resultados va de -100 a +100 y permite distinguir con claridad las fortalezas y debilidades de un servicio.
En el sector de la salud, en el que las expectativas son altas y las situaciones emocionalmente sensi