Es urgente que las organizaciones deportivas dejen de mirar para otro lado y asuman sus responsabilidades para detener esta terrorífica banalización del mal
El intento de boicot al equipo ciclista Israel-Premier Tech mientras participaba en la contrarreloj por equipos de la Vuelta el pasado 27 de agosto ha desatado la ira del director de la competición. Es normal que Javier Guillén, máximo responsable de la competición y principal beneficiario de los ingresos que reporta, muestre su preocupación. Vendrán más y es preciso velar por la seguridad en la competición. Ciertamente, la organización de la Vuelta asume la responsabilidad de garantizar la seguridad de la carrera ciclista y, en particular, la de los corredores que participan en ella.
Lo que no resulta tan evidente, ni adecuado, son