CDMX.- «Septiembre, se tiembla». Esa frase proverbial se usaba en Veracruz en tiempos del antepasado siglo y principios del pasado. Sucedía que en ese mes arreciaba grandemente la virulencia de las enfermedades tropicales que asolaban al puerto y hacían numerosas víctimas, sobre todo entre los extranjeros que llegaban por el mar. En igual forma, para la Ciudad de México septiembre es también mes tembloroso, pues en él se han registrado los más fuertes temblores que la han sacudido. Negro día, nefasto día fue este último primero de septiembre. En esa fecha se consumó la destrucción de la justicia y el derecho en nuestro país, crimen de lesa patria iniciado perversamente en el anterior sexenio y concluido torpemente en el actual. La toma de posesión de los nuevos ministros de la Suprema Cort

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