En una histórica sentencia, la justicia boliviana condenó a un año de prisión a los jesuitas españoles Ramón Alaix y Marcos Recolons, por encubrir durante décadas los abusos sexuales perpetrados contra niños y adolescentes por el sacerdote también español Alfonso Pedrajas, apodado 'Pica', ya fallecido.

La Comunidad Boliviana de Sobrevivientes (CBS) celebró la condena por su carácter histórico, al tratarse del primer proceso judicial en Bolivia que responsabiliza a altos cargos de una orden católica de encubrir sistemáticamente los abusos de sus sacerdotes, sin sancionar a los implicados ni denunciarlos a las autoridades civiles.

La demanda penal fue interpuesta por 18 supervivientes, en su mayoría exestudiantes del colegio Juan XXIII, con sede en Cochabamba, a quienes Pedrajas, fallecido en 2009 de cáncer, violó y abusó impunemente mientras era su maestro.

El jesuita Pedrajas confesó en un diario personal que abusó de más de 80 menores de edad durante sus años de servicio en colegios y otros proyectos sociales de la Compañía de Jesús en Bolivia, durante la segunda mitad del siglo XX. 

Las confesiones de Pedrajas fueron develadas en un extenso reportaje publicado por el periódico español El País, el 30 de abril de 2023. Su relato crudo provocó un remezón en la Compañía de Jesús, la Iglesia católica boliviana, el Estado boliviano y la sociedad en su conjunto.

El dictamen fue celebrado por supervivientes de los abusos sexuales, que salieron del salón de audiencias número 8 del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba para romper en llanto y estrecharse en prolongados abrazos. Fue el punto culminante de un proceso judicial que comenzó el año pasado, pero que solo comenzó a correr el 16 de julio con las audiencias ante el juzgado designado. 

Pedro Lima, uno de los supervivientes de los abusos, dijo estar a la vez triste y feliz por el fin del proceso, feliz porque la justicia boliviana reconoció la complicidad de los provinciales jesuitas en los abusos cometidos por Pedrajas, y triste por haber recapitulado el horror de los vejámenes sufridos cuando estudiaban.

A su turno, Wilder Flores, presidente de la CBS, anticipó que la sentencia servirá para poner en marcha nuevos procesos contra otros exprovinciales de los jesuitas en Bolivia, a quienes también acusan de haber socapado los abusos de ‘Pica’ y de otros sacerdotes de su orden.

Alaix y Recolons, ambos octogenarios, escucharon la sentencia de Samuel Vargas, juez de Sentencia Penal, Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres No 4, de Cochabamba (centro), mediante videoconferencia. Justificaron su ausencia en la audiencia por su avanzada edad.

El juez Vargas explicó, al momento de leer su resolución, que la sentencia condenatoria obedeció a que la “prueba producida en el juicio (fue) suficiente para que este tribunal adquiera la plena convicción de su responsabilidad, imponiéndoles consecuentemente la prueba de un año de privación de libertad que debe cumplir en el centro penitenciario San Sebastián de Cochabamba”. 

Por tratarse de una pena relativamente menor, la justicia boliviana abre la posibilidad de que la condena no sea cumplida en la cárcel. Esta posibilidad se sustenta también en el hecho de que Alaix y Recolons tienen una edad muy avanzada para ser recluidos en una prisión común. 

La defensa de los dos jesuitas condenados aún puede apelar la sentencia en los siguientes días.