El gobierno mexicano impuso un arancel de 25% a importaciones y restringió ingreso de producto terminado vía IMMEX. Marcas nacionales como Panam y Flexi buscan recuperar terreno con producción local.
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Durante más de una década, la industria del calzado mexicano transitó entre la amenaza del contrabando técnico y la feroz competencia de plataformas globales como Shein y Temu. Hoy, un decreto del gobierno federal marca un punto de inflexión.
La medida establece un arancel mínimo de 25% a la importación de calzado chino y prohíbe ingresar producto terminado mediante el programa IMMEX, utilizado históricamente para simular importaciones temporales que terminaban inundando el mercado local.
El resultado de esas prácticas no fue menor. Entre 2019 y 2024, la industria perdió cerca d