Tras divulgarse el resultado preliminar de la autopsia de Valeria Afanador, según el cual la niña de 10 años falleció por ahogamiento o sumersión en medio líquido, su abogado, Julián Quintana, lanzó un enérgico llamado para que se determinen responsabilidades y el colegio donde estudiaba sea cerrado de forma definitiva.
Quintana, representante legal de la familia, denunció que la institución “no cumple con las condiciones mínimas de seguridad ni para Valeria ni para cualquier niño que esté en la institución”, y subrayó que el plantel se encuentra apenas a 5 metros del río, cuando la normativa exige una ronda mínima de 50 metros.
Además, el abogado fue tajante al señalar que podrían configurarse responsabilidades civiles, administrativas y penales. “La institución tenía un debe