BEIJING (AP) — El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, se reunió con el presidente de China, Xi Jinping, al margen de las festividades que conmemoran el final de la Segunda Guerra Mundial, informó el jueves la prensa estatal.

Kim asistió el miércoles a un desfile militar en Beijing junto a otros líderes extranjeros, incluido el presidente de Rusia, Vladímir Putin. Kim está realizando un viaje poco común al extranjero.

Estaba previsto que los dos mandatarios llevaran a cabo intercambios de opiniones en profundidad sobre las relaciones bilaterales y cuestiones de interés mutuo, explicó el vocero del ministerio, Guo Jiakun.

La presencia de Kim en el desfile del miércoles y las conversaciones con Xi “tienen un gran significado”, agregó.

El líder norcoreano, que llegó a Beijing en tren el martes, fue uno de los 26 líderes extranjeros que presenciaron el desfile que conmemoró el 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial. Fue la primera vez que participó en un evento con un gran grupo de líderes mundiales desde que asumió el cargo a finales de 2011.

En su primera visita a China en seis años, Kim viajó con su hija, lo que aumenta las especulaciones de que está siendo preparada para ser la próxima líder del país.

Los expertos apuntan que Kim probablemente espera restablecer las relaciones con China, el mayor socio comercial y proveedor de ayuda de su país, ya que han surgido dudas sobre sus lazos bilaterales.

En los últimos años, la política exterior de Kim se ha centrado mucho en Rusia. Ha enviado tropas de combate y municiones para respaldar la invasión a gran escala del Kremlin a Ucrania a cambio de asistencia económica y militar. En una reunión con Kim en Beijing después del desfile, Putin elogió la valentía de los soldados norcoreanos en combates.

Pero los expertos afirman que Kim podría sentir la necesidad de prepararse para el posible fin de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Algunos observadores dicen que el viaje de Kim también podría estar destinado a aumentar su peso en una posible reunión con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha expresado repetidamente sus esperanzas de reanudar la diplomacia entre los dos países.

China, que es el mayor socio comercial del Norte y su principal proveedor de ayuda, quiere que su vecino reanude las negociaciones y renuncie al desarrollo de armas nucleares.

Pyongyang se ha acercado al Kremlin, lo que ha generado cierta preocupación en Beijing, que ha sido durante mucho tiempo el aliado más importante de la hermética nación.

La aparición conjunta de Kim, Xi y Putin en el desfile ha generado especulaciones sobre un esfuerzo conjunto para resistir a la presión de Estados Unidos sobre sus respectivos países. Trump lo manifestó en una publicación en redes sociales, en la que le dijo a Xi que diera sus más cálidos saludos a Putin y Kim "mientras conspiran contra los Estados Unidos de América".

Putin desestimó esa idea en una conferencia de prensa en Beijing el miércoles, apuntando que nadie ha expresado nada negativo sobre el gobierno de Trump durante su viaje a China.

“El presidente de los Estados Unidos no carece de sentido del humor”, afirmó.

Aunque China, Corea del Norte y Rusia están inmersas en confrontaciones separadas con Estados Unidos, por el momento no han formado una alianza tripartita clara.

Zhu Feng, decano de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad de Nanjing, dijo que "aliarse" con Pyongyang dañaría la imagen de Beijing, porque el primero es el país más cerrado y autoritario del mundo.

“No se debe sobreinterpretar que las relaciones China, Corea del Norte y Rusia verían un refuerzo”, apuntó.

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El periodista de The Associated Press Hyung-jin Kim en Seúl, Corea del Sur, contribuyó a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.