Este jueves 4 de septiembre ha entrado en vigor en Madrid la norma que el Ayuntamiento aprobó en mayo para intentar reorganizar los pisos turísticos en la capital. El Consejo de Gobierno de la Comunidad dio su visto bueno a la norma municipal hace una semana y con la publicación hoy del texto en el Boletín Oficial regional comienza a aplicarse de forma definitiva.

El Plan Reside, que es como ha llamado el Gobierno de Almeida a este cambio normativo, apuesta por separar a turistas de residentes, vetando los pisos Airbnb dispersos en el corazón de Madrid mientras a cambio ofrece dedicar edificios enteros a los apartamentos turísticos con ciertas condiciones. En el la periferia (todo lo que no es la almendra central, lo situado fuera de la M-30), su plan es permitirlos en los bajos, sótanos o primeras plantas. Estas son sus principales claves .

Sobre el papel el plan de Almeida es más restrictivo para la proliferación de pisos turísticos que el Plan Especial de Hospedaje aprobado durante la alcaldía de Manuela Carmena, al que ahora sustituye: permite las VUT en menos lugares que actualmente y blinda totalmente algunos espacios donde los que hasta la suspensión de licencias para actividad turística podían abrir legalmente estos negocios. Sin embargo, también abre la puerta a una posibilidad que no había antes: la de convertir edificios residenciales enteros en pisos turísticos, lo que puede suceder en el 73% de bloques de la almendra central de Madrid, según un estudio publicado por el PSOE.

Es difícil que en realidad tres de cada cuatro edificios del centro se conviertan en hoteles para turistas, pero lo que sí que temen partidos de la oposición y asociaciones vecinales es que haya un gran número de bloques de vivienda de alquiler que sean vaciados de inquilinos para ser sustituidos por turistas. De hecho es algo que ya está sucediendo en lugares como Mesón de Paredes 88 , General Lacy 22 , Tirso de Molina 20 o Trafalgar 22 , donde sus dueños han expulsado o intentan echar a los residentes con alquileres a largo plazo para dedicar su propiedad al turismo, que genera más rentabilidad.

Debido a la posibilidad de que fondos buitres adquieran bloques enteros para dedicarlos al turismo, los socialistas lo califican de “Plan Especula” y Más Madrid llama “Plan Expulsa” a este cambio normativo, avisando de que hasta 315.000 pisos podrían convertirse legalmente en turísticos en Madrid , frente a los 15.000 que existen actualmente.

Otra de las críticas más habituales de la oposición es que el plan no garantiza tampoco el cierre de los miles de pisos ilegales que operan actualmente en Madrid. El área de Urbanismo aprobó sanciones más duras de hasta 100.000 euros contra las propiedades Airbnb sin licencia pero en los seis primeros meses de estas sanciones el número de viviendas turísticas sin ella aumentó por miles , según datos del propio Ayuntamiento.

Desde el área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, que dirige Borja Carabante, definenden que la finalidad del plan es “proteger la calidad de vida del residente en la ciudad sin menoscabo del desarrollo económico”. Y aseguran que la normativa pretende “recuperar e incrementar el parque de vivienda como uso residencial habitual en la zona central”, apuntando a que además de regular la actividad turística el consistorio ofrece con la aprobación ventajas urbanísticas para convertir edificios de uso terciario en uso residencial con incentivos como el incremento de la edificabilidad existente. Por último, también permite la transformación de equipamientos dotacionales privados, catalogados y obsoletos en uso residencial (unos 210 en el centro histórico de la ciudad) para viviendas de alquiler asequible o coliving.

Edificios que pueden albergar pisos turísticos al completo con la nueva normativa municipal, en el centro histórico

El PSOE, que califica la normativa que acaba de entrar en vigor de “Plan Expulsa”, denunica que en realidad esta modificación normativa supone una enorme recalificación en toda la ciudad, al permitir usos con mayor rentabilidad económica en inmuebles que hasta ahora solo podían utilizarse para residentes, lo que puede hacer subir el valor de todos estos inmuebles y también el precio de la vivienda. Supone además la legalización de la actividad de bastantes negocios turísticos que llevan años explotando estos edificios sin licencia municipal, sobre los que hasta ahora el Ayuntamiento ha tenido muy difícil actuar debido a la capacidad litigadora de las empresas que los gestionan, que suelen recurrir las multas y utilizar todo tipo de argumentos legales para alargar los procesos sancionadores.

El Ayuntamiento de Madrid permite con la entrada en vigor del Plan Reside que muchos edificios situados en calles principales se puedan convertir en turísticos con un simple cambio de licencia. Un estudio del PSOE calcula que serán 2.831, el 17% del total en el casco histórico de Madrid, que comprende los distritos de Centro, Chamberí, Salamanca, parte de Retiro y también parte de Arganzuela. Además, también podrán hacerlo los edificios ubicados en calles más secundarias, también con una petición de licencia pero con una limitación teórica de 15 años. Estos suponen el 39% según el mismo estudio, 6.637 bloques de viviendas.

Por último, hay un tercer grupo de edificios que podrán destinarse de forma integral a Viviendas de Uso Turístico (VUT) mediante la petición de un plan especial, debido a su alto grado de protección. Serán el 17% (2.800 bloques). Solo el 27% se queda a salvo de la conversión en pisos Airbnb (4.438 edificios).