Hay momentos en los que un país dice defender su soberanía … y hay otros en los que solo espera que no le cobren por ella. Esta semana, México vivió uno de esos instantes en que el discurso de dignidad nacional entra en contradicción con los acuerdos que se firman en privado. Detrás de las cámaras, lo que se negocia ya no es solo seguridad o cooperación. Se negocia quién va a caer.

La visita del secretario de Estado de Estados Unidos no fue una simple cortesía diplomática. Fue una revisión técnica del pacto que el gobierno de Claudia Sheinbaum está dispuesto a sostener con la Casa Blanca. Un pacto que presume “cooperación sin subordinación” , pero que en la práctica exige algo más que buena voluntad: exige sacrificios.

No son nuevos los señalamientos sobre la posible infiltració

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