Lisboa está consternada por la tragedia que el miércoles tuvo lugar en una de sus atracciones turísticas más emblemáticas: el Elevador de Gloria.

Al menos 17 personas murieron y 23 resultaron heridas, luego de que uno de los famosos funiculares amarillos que suben y bajan por las empinadas colinas de la capital de Portugal descarrilara y se estrellara contra un edificio, informó la prensa local.

Los testigos presenciales aseguraron que el vehículo siniestrado se deslizó por la empinada calle «fuera de control, sin frenos».

Más de 60 efectivos de los servicios de emergencia y 22 vehículos se desplegaron en el lugar.

Pero antes de que los equipos de socorro arribaran al sitio, vecinos y transeúntes asistieron a los afectados.

Cada vehículo puede llevar a unas 43 personas, entre sentadas

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