En el lenguaje silencioso de los perros, cada gesto es un mensaje. Un movimiento de cola, una mirada esquiva o unas orejas que se repliegan hacia atrás pueden estar diciendo mucho más de lo que a simple vista parece. Entre esas señales, la llamada conducta de sumisión ocupa un lugar importante, ya que es la forma que tienen muchos perros de expresar que no representan una amenaza, que prefieren evitar un conflicto y que están tratando de mantener la calma frente a una situación que les incomoda.
Lejos de ser un signo de debilidad o cobardía, la sumisión forma parte de la comunicación natural entre perros y también la utilizan hacia los humanos, por lo que reconocerla es fundamental para comprender cómo se siente un animal en cada contexto, interpretar sus necesidades y, sobre todo, evitar