Una jueza federal consideró ilegal y revocó la orden de Trump de congelar los fondos de investigación de la Universidad de Harvard. En abril, el Ejecutivo había exigido al centro cerrar sus programas de diversidad bajo el argumento de que fomentan el antisemitismo y el sesgo ideológico. Ante el rechazo del campus, las autoridades federales congelaron más de 2.000 millones de dólares en subvenciones y 60 millones en contratos federales de Harvard, provocando la suspensión de programas clave.