Un violento ataque contra dos integrantes del Ejército Nacional en la vereda Siloé, zona rural de Villagarzón (Putumayo), conmocionó al país y generó alarmas sobre el papel de las disidencias de las FARC en la región. Según inteligencia militar, los uniformados fueron rociados con gasolina y prendidos en fuego por un grupo de civiles instigados por los Comandos de Frontera, una facción de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB) que controla economías ilegales locales.
El subteniente Miguel Ángel Mejía y el soldado profesional Sebastián Díaz participaban en la destrucción de un laboratorio para el procesamiento de cocaína cuando aproximadamente quince personas los rodearon . El ataque dejó al subteniente con quemaduras en el 75% de su cuerpo y al soldado con lesiones en