La muerte de Giorgio Armani ha conmocionado al mundo de la moda . Pero en Baleares , su pérdida se siente también como la despedida de un visitante ilustre que amó profundamente nuestras islas y supo integrarlas en su universo creativo.
Armani encontró en Ibiza su refugio personal , lejos del ruido de los desfiles y los focos. Solía pasar allí largas temporadas a bordo de su yate, fondeado en calas discretas, disfrutando del mar, la luz y el silencio del Mediterráneo. La isla le ofrecía algo más que descanso: era una fuente constante de inspiración . Quienes lo conocieron dicen que hablaba de Ibiza con una mezcla de respeto, admiración y cariño. También era un asiduo por Formentera , donde se le pudo ver en varias ocasiones disfrutando de sus aguas.
Pero el vínculo