Cartas al director
S.M. el Rey preside hoy el acto de apertura del Año Judicial en el que interviene el fiscal general del Estado pese a estar procesado por el Tribunal Supremo por un presunto delito de revelación de secretos. No hay precedentes de una situación semejante cuya sensación de bochorno institucional se prolonga más allá del mundo de las togas. Desde que se inició el procedimiento que culminará sentándole en el banquillo no han cesado las voces que desde las diferentes asociaciones de jueces y fiscales han reclamado su dimisión, por entender que su situación de imputado afectaba a la apariencia de imparcialidad que debe ser seña de identidad de quien es el máximo representante del Ministerio Público. Nadie le niega la presunción de inocencia, pero por una cuestión de decoro Ál