Las patrullas de los impolutos tanques blancos de Naciones Unidas forman parte del decorado del sur de Líbano desde hace dos décadas. Tras la guerra de 2006, la resolución del Consejo de Seguridad 1701 encargó a los cascos azules “la misión del mantenimiento de la paz” en la conflictiva frontera con Israel.
A pesar de la presencia de los soldados internacionales, Hizbulah estableció numerosas bases en la región a lo largo de los años. Su mandato, que les impide tomar partido en la contienda, no pudo hacer nada cuando la milicia chií comenzó la guerra en octubre del 2023, cuando el Ejército israelí ocupó el sur del país el pasado otoño, ni frente a las constantes violaciones del alto el fuego por parte de Israel desde entonces.
Líbano pone fecha para la retirada de los cascos azules mient