Desde pequeña, el sueño de la cantautora Marina Rossell (Castellet y la Gornal, 1954) ha sido dedicarse a la música. Nacida en una familia de payés, a los 12 años se adentró en el mundo laboral trabajando en una librería, pero lo que no sabía entonces es que su sueño acabaría cumpliéndose. Con el primer sueldo ya apuntaba modos, se compró una guitarra: "Me la llevé el primer día, pero la pagué a plazos, en tres o cuatro veces". Cuatro años más tarde, se fue a Barcelona a descubrir el mundo: "Hice de enfermera entre otros trabajos que me salieron". Así se costeó la vida en la capital y se pagó las clases de solfeo: "Por encima de todo, a mí me atraía la música. Iba a muchos conciertos, y seguía a todos los cantantes de la Nova Cançó".

"Entonces Lluís Llach me escuchó e hice las primeras pa

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