“Lo asfixié para mandarle un mensaje a la mamá” , fue la brutal confesión que Alejandro Ruffo , el hombre que mató a su hijo de 8 años en Lomas de Zamora, le hizo a un médico en el Hospital Gandulfo. Tras el crimen, ocurrido hace un mes, intentó quitarse la vida.
Desde el 5 de agosto, Ruffo estuvo internado con custodia policial en la unidad de terapia intensiva del Gandulfo. Todos los días, el juzgado le mandaba un doctor para corroborar si podía declarar ante la Justicia y siempre se negó .
Sin embargo, en una de las visitas, le sacaron la intubación y le confesó a un médico: “Lo asfixié para mandarle un mensaje a la mamá”. Estos dichos, aunque no fueron realizados de manera formal, ya fueron sumados al expediente, según pudo saber TN.
Dos semanas después de intentar