La desaparición y el posterior hallazgo sin vida de Valeria Afanador, una niña de 10 años, ha conmocionado a Colombia y ha desatado un intenso debate sobre la seguridad en los colegios. El trágico suceso ocurrió el 12 de agosto en el Gimnasio Campestre Los Laureles Bilingüe, donde Valeria llegó a las 7:15 a.m. acompañada de su familia. Asistió a clases de matemáticas y luego a una clase de inglés, donde se comportó de manera habitual, dibujando y participando en las actividades.

Sin embargo, tras el recreo, Valeria no se presentó a su clase de música programada para las 10:35 a.m. La preocupación de los docentes creció rápidamente. A las 11:15 a.m., una profesora alertó sobre su ausencia a través de Slack, la aplicación interna del colegio. Los mensajes entre los profesores reflejan la inquietud: "¿Alguien ha visto a Valeria Afanador? Los niños están corriendo buscándola y dicen que no aparece por ningún lado".

Las cámaras de seguridad del colegio mostraron que Valeria fue vista en varias áreas del recinto antes de desaparecer a las 10:10:23 a.m. A medida que avanzaba el día, se activaron las alarmas de evacuación y se reunió a estudiantes y docentes en la cancha verde, pero Valeria no apareció. La búsqueda se extendió por 18 días, hasta que su cuerpo fue encontrado a trescientos metros del colegio, cerca del río Frío. La causa de la muerte fue determinada como ahogamiento por Medicina Legal.

Este caso ha suscitado serias preguntas sobre la seguridad del colegio y la respuesta de sus directivos. La Gobernación de Cundinamarca ha iniciado una investigación para determinar si hubo fallas que contribuyeron a la desaparición y muerte de Valeria. La familia de la niña sostiene que hubo omisión en el cuidado de su hija y ha solicitado a la Fiscalía que considere la hipótesis de homicidio.

El abogado de la familia, Julián Quintana, ha anunciado que se presentarán cargos contra la rectora y dos profesores, argumentando que la negligencia fue un factor determinante en la tragedia. Quintana afirmó: "El colegio no solo omitió cuidar a Valeria pese a sus fallas de seguridad, lo que terminó en su homicidio". Además, ha difundido un video que, según él, muestra modificaciones en la cerca por donde Valeria habría salido, y ha solicitado pruebas de ADN a todo el personal del colegio.

Por su parte, el abogado del colegio, Francisco Bernate, defendió la actuación de la institución, asegurando que las modificaciones en el lugar se realizaron bajo órdenes de la Gobernación y que los protocolos de seguridad se activaron de manera inmediata. En cuanto a la responsabilidad penal de la rectora, Bernate afirmó: "El rector de un colegio no debe ser responsable de todo lo que allí ocurra".