Mientras en España los debates a veces se tornan acalorados, en el Parlamento británico el caos parece ser una tradición. La Policía Metropolitana de Londres ha descubierto un móvil escondido justo debajo del atril del primer ministro , preparado para emitir ruidos sexuales muy explícitos en cuanto comenzara su discurso, según el The New York Times. La policía lo califica como una violación de seguridad gravísima, pero, en Westminster, esto casi pasa desapercibido frente al historial de extravagancias.

Porque este Parlamento es famoso por ser 'la cámara de los líos'. Ha visto de todo: preservativos volando hacia Tony Blair desde la galería —uno de ellos relleno de harina, con evacuación inmediata incluida por miedo a polvo tóxico—, diputados pillados viendo porno en sus escaños (u

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