La elección de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional reconfiguró el panorama político en el Congreso de la República y dejó al presidente Gustavo Petro con una derrota que sacudió su coalición de gobierno.
El resultado, inesperado para la Casa de Nariño, no solo evidenció fracturas internas en el petrismo, sino que desencadenó la salida de varios ministros que dependían de la alianza con partidos tradicionales.
La directriz presidencial había sido clara: apoyar de manera unificada a la candidata María Patricia Balanta y frenar la llegada de Camargo, exdefensor del Pueblo, a la alta corte. Sin embargo, la votación reveló otra realidad. Balanta obtuvo únicamente 41 apoyos en el Senado, muy lejos de las proyecciones oficiales que hablaban de un empate técnico.
No