Volver a casa después de un día largo, sentarse en el sofá y escuchar a la pareja decir “estoy bien” mientras su voz suena apagada y su mirada esquiva otra cosa distinta. "—¿De verdad está bien?" Esta escena cotidiana resume un fenómeno universal: en nuestras relaciones no solo importan las palabras, sino también cómo las decimos y lo que transmitimos con el cuerpo . De esa idea nació la conocida regla 7-38-55 , una fórmula que se ha convertido en una especie de brújula para entender por qué, a veces, sentimos que el discurso de alguien “no nos cuadra”.
Esta teoría, formulada en los años 60 por el psicólogo Albert Mehrabian, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles, se centraba en la comunicación de emociones y actitudes. Su conclusión fue clara: cuando hay contradiccio