Durante casi tres semanas, el Gobierno de Donald Trump ha mantenido la máxima presión contra el régimen de Nicolás Maduro y los carteles del narcotráfico provenientes de Venezuela. Aunque muchas voces habían dicho que el mandatario estadounidense solo quería dar un alarde de su poder, el martes se constató que no era así: en una demostración de sus intenciones, atacó una lancha rápida con 11 supuestos narcotraficantes venezolanos que al parecer transportaban droga hacia Estados Unidos.

Con esta operación, el mandatario se decidió a atacar a una organización narcotraficante con todo su poder militar, algo inédito en la política antidrogas del país norteamericano, que siempre había optado por intentar capturar con vida a dichos criminales para luego juzgarlos en suelo estadounidense. Pe

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