Un reciente estudio ha vuelto a poner el foco sobre los riesgos del consumo de alcohol. Su impacto sobre la salud está lejos de ser inocuo. En Francia, país donde se desarrolló la investigación, el accidente cerebrovascular constituye la tercera causa de muerte , con unas 140.000 personas afectadas cada año. El ictus se produce cuando se interrumpe el flujo sanguíneo en el cerebro, ya sea porque un vaso se obstruye o porque se rompe, provocando daños en las neuronas y consecuencias que pueden ser irreversibles.
El consumo de alcohol, especialmente en combinación con otros hábitos poco saludables como el tabaco o el sedentarismo , se asocia a un aumento del riesgo de sufrir un ictus. A ello se suman otros factores reconocidos por la comunidad médica: la hipertensión arterial, niveles