n equipo internacional de investigadores busca recuperar fósiles de animales carnívoros de hace 30 millones de años en dos yacimientos de la provincia de Cuenca, uno de ellos descubierto gracias a las obras del trasvase Tajo-Segura, que albergan, además, restos del Oligoceno inferior, un periodo casi “invisible” en la Península Ibérica.
La intervención forma parte de la tercera campaña de excavaciones en la cuenca del Loranca, en los yacimientos del Cerro Arenoso (Carrascosa del Campo), de unos 30 millones de años, y el de Valquemado (Huete), datado en unos 23 millones de años.
El grupo de investigadores lo codirige el paleontólogo conquense Fernando Blanco, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en la Estación Biológica de Doñana, y quien ha explicado a