Los reguladores de la Unión Europea impusieron este viernes una multa de 2.950 millones de euros (3.500 millones de dólares) a Google. El motivo de la multa es por violar las normas de competencia al favorecer sus propios servicios de publicidad digital.
La Comisión Europea, principal organismo antimonopolio del bloque, concluyó que la compañía abusó de su posición dominante en el mercado. Según expresaron, el gigante tecnológico priorizó sus propias herramientas -el intercambio AdX y la plataforma DFP- en perjuicio de competidores, anunciantes y editores en línea.
Según el dictamen, esta práctica elevó los costos de marketing para los anunciantes, que terminaron trasladándose a los consumidores en forma de precios más altos. Al mismo tiempo, provocó menores ingresos para editores digita