Ni el Real Zaragoza, necesitado de puntos y que todavía no conoce la victoria, ni el Real Valladolid, que llegaba imbatido, hicieron méritos para conseguir este sábado algo más que el empate que firmaron (1-1), en un partido pobre y carente de ideas por parte de los dos.
Los poco más de cuatro minutos que mediaron entre el gol del incisivo Dani Gómez y el empate de Meseguer fueron lo más destacado de un partido en el que la apuesta de ambos desde un inicio fue la de arriesgar lo justo para al menos sumar un punto.
Zaragocistas y pucelanos consiguieron su objetivo, aunque deberán ofrecer más en los próximos partidos si aspiran al éxito.
Casi antes de que ninguno de los dos equipos crease la primera acción de peligro, el susto lo dio el defensor serbio zaragocista Radovanovic, que quedó t