La cartografía láser desvela en las ruinas arqueológicas escondidas en la selva cómo las élites construían edificios en las zonas rurales cerca del campesinado
En la inmensa selva que comparten México y Guatemala hay un sin fin de secretos cubiertos por la vegetación, algunos de ellos verdaderos tesoros arqueológicos sobre las civilizaciones mayas antiguas a los que todavía no han podido acceder los arqueólogos. Gracias a la tecnología de los escáneres LiDar (Light Detection and Ranging, por sus siglas en inglés) se puede revelar parte de lo que ocultan los árboles bajo sus copas en las zonas más remotas. El último hallazgo han sido varias edificaciones que desvelan que las élites mayas que vivieron entre el 250 y el 900 d. C. se mezclaban con la población general, tanto en zonas urbana