Ha pasado un año y medio desde que las llamas devoraron la nave de Precocinados Artesanos Precosan en el polígono de Los Avezales, en Carrocera. El siniestro, declarado a primera hora de la tarde y visible a kilómetros, como consecuencia de la combustión de una furgoneta, dejó la fábrica carbonizada, aunque sin víctimas entre los empleados que entonces componían la plantilla. Hoy, allí encontramos una imagen diametralmente opuesta: operarios ultimando los ajustes de líneas de envasado y un gerente, José María Santos, que, junto a su hermana y socia María Jesús, por fin respira aliviado. «Abrimos la persiana y vamos a ir teniendo producto en la calle en este mes de septiembre», avanza José María Santos. Su calendario sólo ha sido posible gracias a dos palancas. La primera, la seguridad de u
Precosan vuelve a 'encender los fogones' con el apoyo financiero de Iberaval

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