Las empresas españolas empiezan a incorporar normas de transparencia para evitar que las relaciones deriven en favoritismos u otros problemas internos

Nestlé, el gigante suizo de la alimentación, despidió esta semana a su primer ejecutivo ―el consejero delegado, Laurent Freixe― por mantener en secreto una relación sentimental con una subordinada directa. El despido, sonado, tuvo lugar después de un solo año en el puesto, tras varias quejas anónimas en el canal interno de denuncias de la empresa por trato de favor, y dos investigaciones en las que Freixe no se cansó de negar el supuesto romance con la persona en cuestión, una directiva de Marketing que también ha dejado la empresa. El caso prendió el recuerdo del reciente escándalo de la kiss cam (cámara de besos) de un concierto de Col

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