
¿Cuántas veces has soñado con dejarlo todo, mudarte al campo y vivir a otro ritmo? Para Manuel Garrote, ese sueño se ha convertido en un proyecto: ‘La Comarquita’, un hotel temático en Coreses (Zamora) inspirado en la Tierra Media de Tolkien que mezcla turismo, naturaleza, gastronomía y literatura.
El proyecto nació en la vieja granja de su abuelo, testigo silencioso de generaciones de ganaderos y ahora un recuerdo de un mundo que parecía condenado a desaparecer. Desde allí, Manuel ha imaginado un refugio donde visitantes de todas las edades puedan vivir unos días como auténticos hobbits: casas semienterradas integradas en la naturaleza, praderas para cine al aire libre, sala de juegos, piscina, bar, cenador con vistas a toda la comarca y la compañía de animales de granja. ‘La Comarquita’, cuyo nombre está aún pendiente de los conocidos derechos de autor, será un apartahotel para disfrutar de la desconexión rural, pero envuelto de una temática fantástica.
“La idea surgió por la problemática de la vivienda en Madrid, hace dos años busqué piso en Madrid para comprar y no me convenció”, relata Manuel en conversación con eldiario.es. Un día, mientras realizaba el mantenimiento que necesita la parcela de su abuelo en Coreses, surgió la idea: “Invertir y convertirla en un alojamiento rural centrado en la promoción de la provincia”. La temática de La Comarca, lugar de residencia de los hobbits en La Tierra Media de Tolkien, se debe a que esta parcela se encuentra en la zona de las bodegas del municipio, por lo que crear viviendas semienterradas era ideal para Manuel.
Pero dar vida a esta fantasía requiere algo más que imaginación. Para dar visibilidad y financiar parte de su proyecto -cuyo presupuesto supera el medio millón de euros- Manuel ha iniciado el ‘Camino de la Comarquita’, un desafío que comenzó el pasado lunes 1 de septiembre: recorrer 600 kilómetros en 17 días en sentido inverso por el Camino de Santiago, vestido de hobbit, con capa y calzado especial. A través de esta travesía, el público puede seguir la aventura y colaborar con aportaciones.“La financiación siempre se ve respaldada cuando tienes apoyo en tu negocio, cuando la gente tiene interés. Por eso decidí organizar este viaje”, relata Manuel sobre el camino que ha iniciado con etapas de más de 35 kilómetros cada día.
Para ponerlo en perspectiva, Frodo Bolsón caminó desde Hobbiton hasta el Monte del Destino más de 2.800 kilómetros, atravesando montañas, ríos, bosques y tierras hostiles. Su viaje duró aproximadamente seis meses según la narrativa de Tolkien, se enfrentó a un terreno irregular que incluía elevaciones de cientos de metros, pasos montañosos nevados y valles húmedos y pantanosos. Durante ese tiempo, Frodo y Sam soportaron condiciones extremas: frío, lluvia, fatiga constante y la amenaza constante de los Nazgûl y otras fuerzas oscuras.
Comparado con esto, Manuel recorre 600 kilómetros en 17 días, con un desnivel mucho menor, pero con jornadas exigentes de hasta 46 km diarios, llevando la fantasía a la vida real mientras promociona su proyecto y conecta con la comunidad. Aunque la épica de la Comarca es inalcanzable en peligros y distancia, el reto de Manuel evoca su espíritu: resistencia, determinación y pasión por un objetivo que transforma un sueño en realidad. Cada jornada queda documentada y publicada en sus redes sociales, recogiendo el apoyo que la comunidad está teniendo con su proyecto.
'La Comarquita' es una invitación a repensar la vida rural, a devolver vitalidad a un territorio que lucha contra la despoblación y a demostrar que la magia y la tradición pueden ir de la mano. Desde el chiringuito veraniego de la piscina municipal de Coreses, donde Manuel ha trabajado este verano, hasta la campaña de crowdfunding en GoFundMe , cada iniciativa es un paso para transformar la vieja granja familiar en un espacio de encuentro, cultura y disfrute. Esta financiación particular llega por las peticiones que ha tenido, no era su principal idea con el viaje, pero sí es una muestra del apoyo recibido. “La respuesta está siendo muy buena, muy positiva”, cuenta Manuel en los primeros días de camino.
“Mi objetivo siempre ha sido crear un proyecto que me haga feliz. Si Zamora no tiene el trabajo que yo quiero, voy a llevar ese trabajo yo a Zamora”, argumenta antes de comenzar una de las etapas, en un ejemplo de que la lucha contra la despoblación llega con el emprendimiento joven y rural.
El proyecto incluirá cuatro casas hobbit con capacidad, un bar y restaurante, sala de juegos, pradera para cine, piscina, cenador y espacios para eventos como bodas, conciertos o retiros creativos. Cada contribución de la comunidad se convierte en una inversión directa en el renacer del campo, en la creación de empleo y en la preservación de un modo de vida que muchos creían perdido. “Todo el mundo en algún momento ha dicho ojalá dejar la vida de ciudad y vivir en una casa en el campo, es un comentario que siempre se hace. He intentado crear un espacio en el que puedas vivir eso durante unos días”, señala Manuel.
'La Comarquita' es, al fin y al cabo, una aventura con sabor a Tolkien, pero también con raíces muy reales: un lugar donde los visitantes pueden escaparse de la rutina, reconectar con la naturaleza, disfrutar de la gastronomía local y, al mismo tiempo, formar parte de un proyecto que busca repoblar y dar vida a la España vaciada. Porque, como dicen los hobbits, no hay nada como una buena comida, una buena charla y un hogar acogedor para sentir que la vida merece la pena.