7 de septiembre de 2025 - 02:05

En los archivos de la actual Parroquia de Andalgalá hoy bajo la guía del Pbro. Julio Quiroga del Pino se conserva un capítulo entrañable de nuestra memoria religiosa. Allí se recuerda a hombres que, con devoción y trabajo, levantaron templos piedra sobre piedra, dejando huella en la vida espiritual de la comunidad.

La historia nos lleva a Europa. El 22 de octubre de 1834, en San Giovanni a Piro (San Juan), provincia de Salerno, entonces parte del Reino de Nápoles y Sicilia, nació Rafael D’Amico, hijo de José D’Amico y María Falconi. Su vocación lo condujo al Seminario de Policastro, donde además de su formación teológica adquirió conocimientos de agricultura, relojería y carpintería. El 18 de diciembre de 1855 recibió las órdenes sagradas de manos de Mons.

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