Lo que debía ser una rutina mecánica se convirtió en un calvario. Un hombre de 55 años, residente en Toulouse, Francia, dejó su Nissan Juke nuevo en un centro Norauto para una inspección técnica. Pero un empleado entregó las llaves a un desconocido que se hizo pasar por el propietario. El coche desapareció durante ocho meses, y su dueño recibió nueve multas por exceso de velocidad mientras el vehículo circulaba por Francia en manos de delincuentes.
La situación generó una pesadilla administrativa y legal. El propietario tuvo que justificar ante las autoridades que no estaba al volante en ninguno de los episodios sancionados, mientras el coche permanecía en paradero desconocido.
Durante meses, la investigación policial no arrojó resultados. Pero en julio, el vehículo fue localizado