Salvador Illa es un político pragmático. Le ha costado dar el paso de ir a entrevistarse con Carles Puigdemont en Bruselas y lo ha hecho en el momento que ha considerado mejor para sus intereses y para los de su partido. El tragicómico episodio de llegada y fuga de Puigdemont a Barcelona en el verano pasado no contribuyó precisamente a que esta reunión se pudiera producir. Pero una vez hecha, Illa se ha puesto delante de la manifestación y muestra en una entrevista con La Vanguardia una predisposición abierta y clara para exigir su vuelta a Catalunya, una vez aprobada la ley de amnistía y ratificada por el Constitucional. Atrás quedaron sus dudas y precauciones previas.

El president no se olvida de su socio Oriol Junqueras, del que también exige que pueda normalizar su situación p

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