
Viajar en septiembre tiene un encanto único. Los días mantienen aún la esencia veraniega, pero sin las aglomeraciones de los meses más turísticos. Es el momento perfecto para recorrer España con tranquilidad, disfrutando de su naturaleza, su historia y su cultura con otro ritmo.
A continuación, te proponemos cinco lugares que combinan aventura, patrimonio y paisajes inolvidables:
Parque Natural de La Breña y Marismas del Barbate
En Cádiz se encuentra uno de los rincones más sorprendentes de Andalucía: el Parque Natural de La Breña y Marismas del Barbate . Sus más de 5.000 hectáreas reúnen cinco ecosistemas distintos (marino, acantilados, pinares, marismas y dunas) que lo convierten en un auténtico mosaico natural. Aquí es posible avistar aves migratorias, recorrer playas prácticamente vírgenes como La Hierbabuena o lanzarse a practicar surf y buceo con el faro de Trafalgar como telón de fondo. Septiembre es la época ideal para disfrutarlo sin prisas.
Cabo de Gata-Níjar (Almería)
Y en el sureste andaluz, también se encuentra el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, que guarda playas vírgenes, calas escondidas y paisajes dignos de “ un escenario de película ” . De hecho, en este rincón de Almería se han rodado decenas de ellas. Y septiembre es un mes perfecto para disfrutar de sus aguas cristalinas, hacer snorkel o recorrer en kayak sus acantilados. Además, el descenso del calor estival permite explorar senderos como el de los Genoveses o la cala de Enmedio, disfrutando de la tranquilidad característica de esta época del año.
Pico e Ibones de Anayet
Si lo tuyo es la montaña, los Pirineos aragoneses guardan uno de sus tesoros más espectaculares en el Pico e Ibones de Anayet, en Huesca. Este antiguo volcán, hoy convertido en imponente mole de roca de 2.545 metros , se rodea de lagos glaciares que dibujan un paisaje de postal. Las rutas que parten del GR-11 llevan a cascadas, barrancos y senderos únicos. Y con las temperaturas suaves de septiembre, la experiencia se convierte en una de las excursiones más agradables de todo el Pirineo.
Monte Arabí
En el sureste, el Monte Arabí (Murcia) sorprende con sus caprichosas formaciones rocosas, moldeadas durante siglos por la erosión. Declarado Monumento Natural, alberga cuevas y abrigos con pinturas rupestres reconocidas como Patrimonio de la Humanidad. Septiembre es el momento perfecto para recorrer lugares tan singulares como La Horadada o la Puerta de la Iglesia, mientras se respira el halo de misterio y leyenda que envuelve a la montaña.
Parque Natural de Aizkorri-Aratz
En Gipuzkoa, el Parque Natural de Aizkorri-Aratz esconde una joya que une historia y naturaleza : la Cueva de San Adrián. Este paso natural de 70 metros fue durante siglos ruta de reyes, comerciantes y peregrinos. En su interior se conservan restos de antiguos puestos de vigilancia y una pequeña ermita del siglo XIX. Caminar por este entorno en septiembre significa adentrarse en el corazón del Camino Vasco del Interior y descubrir la fuerza del paisaje montañoso del norte.
Parque Natural de la Garrotxa (Girona)
En pleno corazón de Cataluña se encuentra “ el mejor exponente de paisaje volcánico de la península Ibérica ”: el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Sus más de 40 conos volcánicos y coladas de lava , cubiertos de frondosos bosques, crean un paisaje único. Septiembre es un momento perfecto para recorrerlo con temperaturas agradables, visitar la famosa Fageda d’en Jordà (un hayedo que parece sacado de un cuento) y adentrarse en cráteres como el de Santa Margarida, coronado por una pequeña ermita en su interior.
Estos destinos reflejan la diversidad increíble de España: desde marismas gaditanas hasta cumbres pirenaicas, pasando por enclaves históricos y costas mediterráneas. Septiembre ofrece el equilibrio perfecto entre clima agradable, menos visitantes y la posibilidad de conectar de verdad con cada paisaje.
En definitiva, este mes se convierte en la excusa perfecta para viajar, descubrir y dejarse llevar por la naturaleza y la historia en su mejor momento.