Kate Middleton llamó la atención el pasado jueves en su visita al Museo de Historia Natural de Londres junto a su marido apareciendo con su larga melena, todavía más larga y ondulada de lo habitual, bañada en un color dorado que se alejaba de su castaño natural.

El nuevo tono rubio del pelo de la princesa de Gales levantó no pocos comentarios, bastantes críticos, sobre el cambio de look, que ya se pudo entrever a finales de agosto en Balmoral mientras acudía en coche a un servicio religioso en la iglesia de Crathie Kirk.

Mientras todavía estaba sobre la mesa el debate sobre si el color rubio de Catalina le resulta más o menos favorecedor, o incluso si el cambio de tono de su melena acabará marcando una nueva tendencia, la mujer del príncipe Guillermo reapareció ayer con otro color much

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