Formar un equipo no se hace en unas semanas y, cuando se consigue, mantenerlo es un tesoro. Esa es la conclusión que debe sacar el Casademont Zaragoza de su estreno en pretemporada ante La Laguna Tenerife (73-85) tras un duelo en el que los de Jesús Ramírez fueron de más a menos y tuvieron que claudicar ante unos canarios que juegan de memoria. Aunque, para crear su estilo propio, los aragoneses demostraron tener mimbres en lo que se espera que sea un atractivo curso.

Como un tiro empezó el Casademont. Con cinco puntos de Miguel González y otros cinco más de Joaquín Rodríguez sumados a un par de canastas más de Dubi y de Stevenson, los aragoneses se dispararon en el marcador y no tuvo más remedio el Tenerife que parar el partido (14-7). Los isleños se ordenaron tras el tiempo muer

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