El gobierno de Corea del Sur llegó a un acuerdo con Estados Unidos para liberar a sus ciudadanos detenidos en una redada masiva de inmigración en una planta de Hyundai en el estado de Georgia.

El jefe de gabinete presidencial de Corea del Sur afirmó que se enviaría un avión fletado para traer a los detenidos a casa una vez completados los trámites administrativos.

Kang Hoon-sik aseguró que las autoridades intentaban mejorar el sistema de visados para prevenir incidentes similares en un futuro.

Funcionarios estadounidenses detuvieron a 475 personas —más de 300 de ellas ciudadanos surcoreanos— que, según afirmaron, trabajaban ilegalmente en la planta de baterías, uno de los mayores proyectos de inversión extranjera del estado.

La Casa Blanca defendió la operación, desestimando las preocu

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