Durante la etapa 15 de La Vuelta, un incidente inesperado ha sacudido la competición. A 56 kilómetros de la meta en Monforte de Lemos, un manifestante pro-palestino, que se encontraba escondido entre los árboles, intentó irrumpir en la carretera mientras pasaba el pelotón de ciclistas. Aunque el individuo se resbaló antes de llegar al asfalto, su acción provocó una reacción en cadena que resultó en la caída del ciclista español Javier Romo, del equipo Movistar, y de otro corredor, Edward Planckaert.
El manifestante, que portaba una bandera de Palestina, fue rápidamente detenido por la policía. Romo, tras levantarse, se dirigió hacia el manifestante para pedirle explicaciones, aunque su cuerpo presentaba arañazos y heridas por el asfalto. A pesar de las lesiones, el ciclista logró continuar en la carrera.
Este incidente se suma a una serie de protestas pro-palestinas que han marcado esta edición de La Vuelta. Las manifestaciones han sido en su mayoría pacíficas, pero han generado tensiones, especialmente en el recorrido del equipo Israel Premier Tech, que ha optado por no portar la bandera de Israel en sus maillots como medida de seguridad.
El propietario del equipo, Sylvan Adams, ha expresado su descontento con la situación, describiendo a los manifestantes como "terroristas" y señalando la hostilidad que han enfrentado en el País Vasco. Las protestas han llevado a altercados en varias etapas, incluyendo un episodio en Bilbao que obligó a cambiar la meta de la carrera.
A pesar de la controversia, la etapa fue ganada por el ciclista Pedersen, sin cambios significativos en la clasificación general. La situación en La Vuelta sigue siendo tensa, con un gran despliegue de seguridad y la presencia constante de manifestantes a lo largo del recorrido.