Una tarde de 2012 en Caracas, un grupo de venezolanos se reunió con el propósito de tender un puente con quienes habían emigrado. De ese encuentro nació un símbolo capaz de reunir memorias, afectos y sabores: la arepa.
Lo que comenzó como un “arepazo mundial” para incentivar el registro electoral en el exterior se transformó en una de las celebraciones gastronómicas más representativas de la diáspora.
Desde entonces, el segundo sábado de septiembre se celebra el Día Mundial de la Arepa, una fecha en la que miles de budares se encienden simultáneamente en decenas de países, convirtiendo a la arepa en un emblema de identidad venezolana.
En 2025, esta tradición suma un nuevo capítulo con el lanzamiento de “Mi Granito de Harina”, una campaña ideada por Rafael Mourad y promovida por VenMun