La jornada electoral comenzó con poca afluencia de votantes en casi todo el Gran Buenos Aires, pero cerca del mediodía el panorama fue cambiando. Muchos bonaerenses optaron por ir a las escuelas a partir de media mañana, y mientras que los más previsores se encontraron con mesas sin filas, los de ese segundo turno se toparon con esperas de media hora, según una recorrida que hizo Clarín por el Conurbano.
En el colegio Euskal Echea de Llavallol, en Lomas de Zamora, por ejemplo, al comienzo llegaban pocas personas pero para las 11.30 eran muchos más los que entraban al imponente edificio vasco, que los que salían. “ Mi hija votó temprano y no tardó nada , estaba vacía la mesa, pero yo esperé unos veinte minutos , había bastante gente y avanzaba lento”, contó Federico González,