En la isla James Ross, al noreste de la Península Antártica, paleontólogos brasileños encontraron algo que pocos hubieran imaginado: un cangrejo de 85 millones de años. El fósil, bautizado Sabellidromites santamarta, pertenece a un linaje emparentado con especies que hoy habitan en mares tropicales, un contraste tan sorprendente como revelador.
El hallazgo no es menor: este crustáceo, al que los científicos llaman el “primo Gondwana de la Antártida”, constituye una prueba de las conexiones que existían entre océanos y continentes en pleno Cretácico . En ese tiempo, los continentes se reacomodaban tras la fragmentación de Pangea y la vida encontraba rutas inesperadas entre hemisferios.
Lo más llamativo del espécimen no es sólo su antigüedad, sino su estado de conservación. A diferenci