Apaga la luz, se acomoda en la cama y, en lugar de relajarse, su mente comienza a repasar cada detalle del día o a anticipar problemas del futuro. Si a usted también le ocurre, no está solo: millones de personas en el mundo experimentan la llamada ansiedad nocturna, un fenómeno que roba horas de sueño y desgasta la salud emocional y física.
La psicóloga Susan Albers , de Cleveland Clinic, define la ansiedad nocturna como “un patrón de ansiedad vinculado a la dificultad para desconectar del ritmo mental del día”. No se trata de un diagnóstico clínico en sí mismo, sino de un conjunto de síntomas que se intensifican en la noche: pensamientos intrusivos, insomnio, palpitaciones, tensión muscular y esa sensación de que la mente nunca se detiene.
De acuerdo con la psicóloga clínica Ana Ramírez