Un total de 72 militares de la Fuerza de Despliegue Rápido #4 fueron secuestrados en El Tambo, Cauca, durante una asonada que se produjo el domingo 7 de septiembre. Los uniformados estaban llevando a cabo operaciones en el marco de la Operación Perseo II en la vereda Los Tigres, en el corregimiento de San Juan de Micay.
Según el Ejército Nacional, alrededor de 600 personas de la comunidad, bajo la presión de la estructura Carlos Patiño de las disidencias de las Farc, impidieron que los soldados pudieran salir de la zona. La retención incluye a tres oficiales, cuatro suboficiales y 65 soldados, quienes permanecen privados de su libertad.
La situación se desarrolló en el Cañón del Micay, donde las tropas han estado operando durante el último año para recuperar el control del territorio de los grupos armados. Ante este hecho, la cúpula del Ejército se encuentra en contacto con el presidente de la Junta de Acción Comunal de El Tigre para establecer un canal de negociación que permita la liberación de los militares.
Este incidente ocurre poco después de que tres militares fueran quemados vivos en Villagarzón, Putumayo, lo que ha generado preocupación sobre la creciente violencia en la región. El comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, ha indicado que es necesario revisar las estrategias para enfrentar a los grupos armados, teniendo en cuenta la instrumentalización de la población civil en estas acciones.
La modalidad de las asonadas se ha convertido en una táctica común entre las disidencias en el sur del país, lo que plantea serios desafíos para la seguridad y la protección de la población civil.