La grandeza de Santi Cazorla (Lugo de Llanera, 1984) está en su sencillez, en cómo atiende a los aficionados en El Requexón, en esa naturalidad con la que les sonríe y en la cercanía con la que les responde. Es feliz en un Oviedo de Primera. No hay más que verlo.
¿Cómo se encuentra en este inicio de temporada?
Bien, bien. Contento. Después de la primera victoria, el equipo está un poco más liberado.
¿Qué importancia da a esa primera victoria ante la Real Sociedad en el Tartiere?
Permitió que la semana fuera un poco más tranquila, con un poco más de alivio. Queda muchísimo por delante, pero conseguir la primera victoria, sobre todo con nuestra gente, era algo que queríamos y que era fundamental. Para conseguir la permanencia la clave va a ser hacerse fuerte con nuestra gente.