, previsto para hoy, 8 de septiembre, no es una simple visita más en su calendario filantrópico. El duque de Sussex aterriza en Londres para asistir a los premios WellChild , pero la coincidencia con el tercer aniversario de la muerte de Isabel II ha convertido su viaje en un evento cargado de simbolismo y expectación. Lo que se anuncia como un acto benéfico se ha transformado en la antesala de un posible cara a cara con Carlos III , su padre, en un momento en que la Casa Real británica oscila entre la discreción, el luto contenido y la presión mediática.
Desde hace meses, la reunión entre padre e hijo se presenta como una oportunidad de reconciliación , aunque no exenta de riesgos. , y el deterioro de su salud se ha convertido en un tema tabú en los círculos palaciegos. Sin embargo