Pedro Sánchez ha anunciado la aprobación de un decreto para establecer por ley el embargo de armas a Israel por el genocidio en Gaza. Es una de las nueve medidas que el presidente del Gobierno ha anunciado en una comparecencia sin preguntas en Moncloa con las que España pretende aumentar la “presión” sobre Benjamin Netanyahu, aunque ha admitido que sin la voluntad de las grandes potencias mundiales y de la comunidad internacional no se puede poner fin a la masacre.

El Consejo de Ministros aprobará el decreto ley que “consolide jurídicamente el embargo de armas a Israel”, ha explicado el presidente, que ha matizado que esa norma establecerá legalmente la “prohibición” de vender armas a ese país que el Ejecutivo anunció en el pasado. No obstante, España ha mantenido los contratos vigentes y es el país de la UE que más armas y municiones ha comprado a Israel en los últimos meses.

La segunda medida será la “prohibición del tránsito por parte o por puertos españoles a todos los barcos que transporten combustibles destinados a las Fuerzas Armadas israelíes”. También se denegará la entrada al espacio aéreo español a las “aeronaves de Estado que transporten material de defensa destinado a Israel”.

Sánchez también ha anunciado “la prohibición de acceder al territorio español a todas aquellas personas que participen de forma directa en el genocidio, la violación de derechos humanos y los crímenes de guerra en la Franja de Gaza”. No obstante, no ha especificado a quiénes exactamente afectarán esas sanciones. Por el momento, algunos países europeos, Reino Unido, Canadá o Bélgica, las han impuesto a los dos ministros israelíes más ultras, los titulares de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y Finanzas, Bezalel Smotrich, por “incitar” a la violencia contra la población palestina.

En el plano comercial, se prohibirá la prohibición de la importación de productos provenientes de los asentamientos ilegales en Gaza, en Cisjordania, “con el objetivo de combatir estas ocupaciones, de frenar el desplazamiento forzoso de población palestina y mantener viva la solución de los dos Estados, ha expresado el presidente. El fin del comercio con los territorios ocupados es un mandato de la justicia internacional que se está incumpliendo.

Las competencias en materia de comercio corresponden a la UE. España ha pedido la suspensión total del acuerdo de Asociación UE-Israel, pero una mayoría de estados miembros rechazan ese planteamiento. De hecho, ni siquiera hay la mayoría suficiente en el club comunitario para poner en marcha la medida de mínimos que planteó la Comisión Europea ante la matanza de suspender parcialmente la participación de Israel un proyecto de investigación científica del que recibe financiación.

España es, junto con Irlanda, Bélgica y Eslovenia, uno de los países que tiene una voz más dura contra el genocidio que el Gobierno de Benjamin Netanyahu está perpetrando en Palestina. No obstante, apenas había tomado medidas concretas al margen del resto de los socios europeos. De hecho, es al mismo tiempo el país que más armas y municiones ha importado a Israel y también ha mantenido vigente los contratos de venta de armamento, a pesar de que anunció el fin de las nuevas exportaciones a Tel Aviv.

Algunos países, como Bélgica o Reino Unido, también han anunciado algunas medidas simbólicas, como el reconocimiento del estado palestino o la sanciones a los ministros más ultras de Israel por incitar a la violencia, en el marco de la Asamblea de la ONU que se celebra a finales de mes en Nueva York. La Administración Trump ha revocado los visados para los representantes palestinos de cara a esa cita.

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