Ciudad de México.- Cámara en ristre, la fotógrafa Mariana Yampolsky recorrió México y sus recovecos para retratar a su gente y su ingenio, su arquitectura vernácula, sus fiestas, sus duelos y su fe, entre otros aspectos.

No sólo mostraba su Rolleiflex o su Hasselblad durante sus travesías de la sierra al mar y del desierto a la montaña, sino también procuraba que las personas confiaran en ella. “No quiero ser una intrusa, aunque la cámara siempre lo es” , argumentaba la artista y grabadora fallecida en 2002, quien este 6 de septiembre cumpliría 100 años.

“Ella platicaba con la gente. No llegaba y asustaba, como lo hacen ahora con el gran angular. Establecía una relación primero con las personas, sobre todo con los niños; platicaba con ellos, incluso jugaba. “Y eso hace que su fotogr

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