Por Laura Caruso (*)
En los últimos años, la neurociencia dejó de ser un campo reservado a laboratorios y universidades para instalarse en la vida diaria de miles de personas. Hoy sabemos que el cerebro no es un órgano rígido e inmutable, sino una estructura plástica capaz de aprender, adaptarse y transformarse a lo largo de toda la vida. Y esa es una buena noticia: significa que cada decisión que tomamos puede influir en nuestra salud mental, nuestra memoria y nuestro bienestar.
A nuestro alcance
La llamada neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para generar nuevas conexiones neuronales. Cada vez que aprendemos una palabra nueva en nuestro idioma o en otros, recordamos una canción, resolvemos ejercicios mentales o incluso cambiamos de rutina, nuestro cerebro está creando nuevas r